La disposición del mobiliario de cocina en isla crea una composición lógica y eficaz de las zonas de trabajo. La distribución de las diferentes áreas de maniobra se rige por las normas que garantizan la funcionalidad de una cocina. Lo ideal es que las partes dedicadas al almacenamiento, lavado y cocción formen un triángulo que ahorre desplazamientos innecesarios, y en esta cocina lo hemos conseguido a la perfección. Pero esto no siempre es posible porque las medidas y la forma de cada estancia condicionan mucho la ubicación de los elementos más esenciales.
La distribución no puede elegirse por capricho, sino en función de la forma y características de la estancia junto al tipo de instalaciones necesarias.
En esta cocina hemos conseguido equilibrio y elegancia a la vez que funcionalidad para uso diario. Las claves son los colores neutros del mobiliario y las paredes y un toque de color desenfadado en los elementos textiles. La zona de frigoríficos en color acero aporta un toque industrial muy favorable al conjunto estético.
La campana de isla es el centro de atención de la cocina, fabricada con acero y cristal está firmada por CATA & Can Roca, este electrodoméstico, elaborado por CATA junto con el mejor restaurante del mundo, El Celler de Can Roca tiene unas prestaciones superiores en cuanto a potencia de extracción y consumo energético, además cuenta con una velocidad extra silenciosa además de un turbo para momentos que se necesita una potencia máxima.
La ubicación de la mesa es una de las cuestiones principales a la hora de diseñar la cocina, en este caso no había duda, la naturaleza de la estancia nos reservaba el mejor de los rincones para su ubicación.
Poder cocinar, comer y disfrutar la vida en un mismo espacio amplio y luminoso, es siempre un acierto.
