Las cocinas en isla son una composición lógica y eficaz de las zonas de trabajo.
La distribución de las diferentes áreas de maniobra se rige por las normas que garantizan la funcionalidad de una cocina. Lo ideal es que las partes dedicadas al frigorífico, fregadero y cocción formen un triángulo que ahorre desplazamientos innecesarios, en este caso la zona de almacenamiento se queda al otro lado de la isla.
La distribución no puede elegirse por capricho, sino en función de la forma y características de la estancia junto al tipo de instalaciones necesarias.
Un proyecto con elegancia a la vez que funcionalidad para uso diario. Las claves son los colores, madera nórdica y color blanco siempre es un acierto.



Poder cocinar, comer y disfrutar la vida en un mismo espacio amplio y luminoso, es siempre un acierto.
